La alteración del flujo sanguíneo y el estancamiento de la sangre en el lecho venoso provocan cambios patológicos en los vasos sanguíneos: las venas varicosas. Las razones del desarrollo de la enfermedad pueden ser diferentes, incluida la predisposición genética (con mayor frecuencia), el sobrepeso, el desequilibrio hormonal, el embarazo, la hipertensión arterial, el estreñimiento, el estilo de vida y la actividad profesional (por ejemplo, el trabajo que requiere permanecer de pie durante largos períodos). ).
En todos estos casos, el desarrollo de la enfermedad sigue el mismo escenario y se asocia a dos factores: debilidad de la pared vascular e insuficiencia funcional de las válvulas venosas.
Las válvulas vasculares impiden que la sangre regrese. Si no logran hacer frente a su tarea, la sangre se estanca y se acumula (deposita) en las venas. Como resultado, los vasos no sólo se dilatan, sino que también se alargan, se vuelven tortuosos y se entrelazan formando venas varicosas.
Muy a menudo, esta enfermedad afecta las venas superficiales (grandes y pequeñas) de las extremidades inferiores. Aseguran la salida de sangre venosa del tejido subcutáneo y la piel, que en conjunto no constituyen más de 1/10 del sistema circulatorio total. El trabajo principal lo realizan las venas profundas, conectadas a las venas superficiales a través de canales venosos perforantes.
En la clínica moderna se utilizan todos los métodos modernos para el tratamiento de las venas varicosas, incluidos los mínimamente invasivos (coagulación endovasal con láser, escleroterapia, miniflebectomía) y la flebectomía clásica con extirpación completa de la vena afectada y sus afluentes.
El tratamiento de las varices implica siempre la eliminación o reabsorción de la vena, es decir, su exclusión del sistema de circulación venosa general. Pero como estos buques desempeñan un papel menor en él, su eliminación no tiene consecuencias negativas. Su función es fácilmente asumida por las venas restantes.
Síntomas y etapas de la enfermedad.
Las venas varicosas son una de las enfermedades vasculares más comunes. Según las estadísticas, la padecen entre el 10 y el 20% de los hombres y entre el 30 y el 40% de las mujeres.
Los primeros signos de patología son la aparición de un patrón vascular azul o rojo en la piel. Puede ser una red capilar o asteriscos (telangiectasia). Aparecen con mayor frecuencia en las piernas y los muslos, pero también se pueden encontrar en la cara, los labios (en las mujeres), los pies y las manos. Las arañas vasculares en la cara se llaman rosácea.
Los síntomas de las venas varicosas dependen del estadio de la enfermedad. Al principio es simplemente pesadez, aumento de la fatiga de las piernas, hinchazón moderada por la noche, que desaparece después del descanso y el sueño. Es posible que se produzcan calambres nocturnos en las piernas.
Un síntoma característico de la enfermedad es el dolor. El dolor en las piernas puede aparecer o intensificarse al caminar, estar de pie durante mucho tiempo o ser constante, acompañado de sensación de plenitud, ardor y calor. Las venas agrandadas se vuelven dolorosas cuando se presionan.
En flebología internacional, la clasificación de la enfermedad es de clase 0 a clase 6.
En la etapa cero no hay síntomas evidentes, la única queja puede ser pesadez en las piernas.
En la etapa 1, aparece un patrón vascular (telangiectasia) y se producen calambres musculares por la noche.
La enfermedad de clase 2 se manifiesta por venas dilatadas y engrosadas que sobresalen debajo de la piel.
En la etapa 3, la hinchazón de las piernas (tobillos, piernas, pies) ya no desaparece después de una noche de sueño, un descanso prolongado y se vuelve persistente.
En la etapa 4, la piel sobre las venas dilatadas se vuelve roja o azul, aparecen áreas de hiperpigmentación, picazón en la piel, sequedad, descamación e inflamación.
Además, en las etapas 5 y 6, sigue el desarrollo de preúlceras y úlceras cutáneas tróficas.
Así, las varices, que comienzan como un problema estético, pueden derivar con el tiempo en graves problemas de salud.
Complicaciones
El estancamiento de la sangre venosa y su acumulación (deposición) en los vasos de las extremidades inferiores provoca una disminución de la presión arterial, hipotensión y mareos, desmayos y dolores de cabeza asociados.
La piel sobre los vasos afectados se adelgaza, se inflama, se descama, pica, se desarrolla dermatitis congestiva y eczema varicoso, seguido de la formación de úlceras tróficas.
Los coágulos de sangre aparecen en vasos llenos de sangre venosa estancada, que pueden desprenderse en cualquier momento y, al viajar por el sistema circulatorio general, obstruir una arteria vital y provocar la muerte.
En las últimas etapas de las venas varicosas, se desarrollan complicaciones como flebitis y tromboflebitis.
Cuanto más tarde se inicie el tratamiento de la enfermedad, mayor será el riesgo de complicaciones y será necesario utilizar métodos más radicales para prevenirlas. Por tanto, cuando aparecen los síntomas de las varices, no conviene automedicarse, pueden ser buenos para la prevención. Pero sólo un médico puede brindar una ayuda real.
En la clínica, el tratamiento de las varices lo lleva a cabo un flebólogo y angiocirujano cualificado que tiene amplia experiencia en el tratamiento conservador, mínimamente invasivo y quirúrgico de esta enfermedad. Dependiendo del estadio y características de las varices en tu caso particular, se determinará el tratamiento óptimo.
Diagnostico y tratamiento
Como de costumbre, una visita al médico comienza con un examen de las quejas, una anamnesis y un examen externo. El principal método para diagnosticar las venas varicosas es la ecografía Doppler, la ecografía dúplex o triplex de los vasos sanguíneos.
Como regla general, este método proporciona una imagen completa de la enfermedad para determinar las tácticas de tratamiento más adecuadas.
Si se necesitan datos adicionales para aclarar el diagnóstico, el médico puede prescribir una radiografía con contraste (venografía con radiocontraste), una resonancia magnética de los vasos sanguíneos (venografía por resonancia magnética) o una angiografía computarizada multiespiral.
Antes de realizar intervenciones quirúrgicas, tanto mínimamente invasivas como extensas, se prescribe un conjunto estándar de exámenes: un análisis de orina general, análisis de sangre clínicos y bioquímicos generales, una prueba de coagulabilidad (coagulograma), pruebas de VIH, sífilis, hepatitis viral, fluorografía, ECG. .
En la mayoría de los casos, el tratamiento de las venas varicosas en una clínica moderna se realiza de forma ambulatoria o en un hospital de día. No requiere un descanso de la vida cotidiana y después de sólo 1-2 horas puedes volver a tus actividades normales. Los procedimientos mínimamente invasivos se realizan bajo anestesia local o sin anestesia.
Y sólo una intervención quirúrgica radical (flebectomía) puede requerir una hospitalización breve en la unidad de internación de la clínica.
Tratamiento farmacológico
En una etapa temprana del desarrollo de la enfermedad o para su prevención, el médico puede prescribir terapia con medicamentos, incluidos antibióticos y antisépticos (en presencia de inflamación), fleboprotectores, anticoagulantes (para prevenir la trombosis), fleboprotectores, ungüentos de heparina y otras heparinas. -que contienen drogas.
La hirudoterapia se puede utilizar como método de tratamiento alternativo.
La terapia conservadora incluye el uso de medias de compresión (medias, calcetines hasta la rodilla) y vendajes elásticos. Tiene un alcance limitado.
Coagulación vascular con láser endovasal (EVLC)
Este método se refiere a métodos mínimamente invasivos para tratar las venas varicosas. El procedimiento se realiza bajo anestesia local de forma ambulatoria. Bajo control ultrasónico, se inserta en el lecho vascular una guía de luz de fibra óptica flexible conectada a un aparato emisor.
La luz láser de una determinada longitud de onda es absorbida por las células sanguíneas y las paredes de las venas y se convierte en calor.
Como resultado, el vaso se sella y se convierte en un fino haz de tejido conectivo que se disuelve por sí solo.
La coagulación con láser se utiliza habitualmente para tratar las venas varicosas de venas pequeñas y medianas, especialmente en la cara. Pero con su ayuda también puedes eliminar las venas varicosas grandes, incluidas las venas safenas pequeñas y grandes de las piernas.
Ablación por radiofrecuencia
Este método, al igual que EVLC, se basa en la coagulación térmica; solo se utiliza radiación de radiofrecuencia, en lugar de láser, para sellar el vaso. Por lo demás el procedimiento es similar. Bajo anestesia local, se introduce en el lecho venoso un emisor de ondas de radio, que son absorbidas por la sangre y las paredes vasculares, convertidas en calor y dando un efecto de coagulación. El procedimiento se realiza bajo guía ecográfica.
Al igual que la coagulación con láser, la ablación por radiofrecuencia se puede utilizar como método principal, único y suficiente o como parte de un tratamiento complejo como método adicional. Por ejemplo, tras la extirpación quirúrgica del tronco principal para eliminar afluentes vasculares más pequeños.
Escleroterapia
En este caso, la vena varicosa está esclerosada, es decir, pegada desde el interior con la ayuda de un esclerosante. Este medicamento se administra en una vena mediante una inyección. Puede ser líquido o espumoso.
El procedimiento es completamente indoloro, durante el mismo es posible una ligera sensación de ardor y hormigueo. Para eliminar estas sensaciones, así como para comprimir aún más el vaso, se puede utilizar una corriente de aire frío. Esto se llama crioscleroterapia.
El uso de esclerosantes de espuma tiene varias ventajas. Tienen un mejor contacto con la pared vascular, lo que aumenta la eficacia del procedimiento. Para lograr el resultado, se requiere una cantidad significativamente menor de agente esclerosante, ya que no se disuelve en la sangre.
Además, no se extiende más allá de la zona del procedimiento, lo que facilita el control de su volumen.
Los esclerosantes líquidos se suelen utilizar para eliminar las venas varicosas pequeñas, mientras que las preparaciones en espuma permiten esclerosar incluso las venas más grandes.
La esclerosis de pequeñas venas y capilares generalmente se realiza bajo control visual y la introducción de espuma esclerosante en grandes vasos se realiza bajo control ultrasónico.
Miniflebectomía
Este es un método quirúrgico mínimamente invasivo para la escisión de venas varicosas. No requiere incisiones, anestesia ni epidurales.
El tratamiento de esta operación se lleva a cabo en un hospital de día. El médico realiza una ecografía del vaso y lo marca con un marcador en la piel. Después de eso, se hace una punción (una incisión de no más de 1-2 mm), a través de la cual se extrae parte de la vena con un gancho especial. Esta área se pellizca y se corta.
Luego, el médico pasa a la siguiente zona, hace una punción, extrae una sección de la vena y la corta. De esta manera extirpa todo el vaso afectado.
Las punciones en la piel curan rápidamente y no dejan marcas, consiguiendo así un efecto cosmético ideal. La ausencia de incisiones hace que el período de rehabilitación sea mínimo. Los vasos cortados no se suturan y las punciones no requieren suturas; simplemente se sellan con una tirita adhesiva.
Flebectomía
Se trata de una operación quirúrgica clásica, que últimamente se utiliza cada vez menos. Consiste en la extirpación radical de una vena varicosa en toda su longitud. Para ello, se realiza una incisión en la ingle o debajo de la rodilla, a través de la cual se inserta una sonda en el vaso.
Con la ayuda de una sonda, el vaso se separa de los tejidos circundantes y se extrae. La operación se realiza bajo anestesia general o anestesia epidural.
Rehabilitación
Después del tratamiento de las venas varicosas, es necesario utilizar medias de compresión. Durante los primeros días se debe llevar puesto las 24 horas del día, en las siguientes semanas sólo durante el día y se puede quitar por la noche. Las restricciones generales para el período de rehabilitación incluyen la exclusión de baños calientes, baños de vapor y saunas.
Después de operaciones mínimamente invasivas (coagulación con láser, ablación por radiofrecuencia, escleroterapia, miniflebectomía), se recomienda levantarse y caminar. En el futuro, se recomienda caminar como parte obligatoria del curso de rehabilitación (al menos 1 hora por día), mientras que se deben limitar todas las demás actividades físicas.
La duración del período de rehabilitación depende del volumen de tratamiento y de la intervención quirúrgica.
Gracias a médicos profesionales altamente calificados y al uso de técnicas modernas, el tratamiento de las venas varicosas suele ser bien tolerado por los pacientes, no causa complicaciones y proporciona los máximos resultados.